La globalización cultural es la unificación de diversas costumbres pertenecientes a diferentes comunidades. El término hace referencia a las modificaciones vividas por diferentes formas de vidas de distintos pueblos.
Debido a la globalización cultural, las costumbres, tradiciones y, expresiones artísticas de distintos lugares del mundo se han ido adaptando a los cambios surgidos a partir de la misma.
La base de este fenómeno está asociado a los medios de comunicación, a través de los cuales las culturas y las costumbres de varios países se fusionan.
En esta línea, gracias a la globalización y a la masividad de los medios de comunicación, distintas sociedades llegan a interconectarse, bien generando vínculos y dando lugar a una unidad entre ellas, o bien, subrayando su diversidad.
La globalización cultural implica la unificación de diversas identidades culturales, tendiendo al logro de una homogeneidad y siendo su principal contenido subyacente la identidad cultural propia.
Esta internalización incluye la conexión entre territorios, naciones y continentes y, fusiona los elementos del pasado y del presente. A partir de ella se sociabilizan los valores de la cultura universal mediante la inserción de lo global en lo local.
Para poder comprender la globalización cultural es necesario entender la relación entre la globalización y la cultura.
Por una lado, la globalización es un proceso dinámico donde la economía, la tecnología, la política, la cultura, las características sociales y los pensamientos ideológicos correspondientes a cada región, se interrelacionan a nivel universal.
Históricamente, a partir de la expansión del capitalismo, la globalización produce importantes transformaciones a nivel mundial. Teniendo como ejes centrales, a la modernidad y a la noción de progreso, la globalización es interpretada como una visión totalizadora de la realidad, donde existen tendencias hacia el desarrollo global de la sociedad.
En este sentido, la relación existente entre lo social y lo cultural, inherente a este proceso dinámico, se vincula estrechamente con las relaciones capitalistas de producción.
Desde esta perspectiva capitalista de la globalización, a partir de ésta se interconectan las relaciones sociales de producción a lo largo del marco mundial; vinculandose las diversidades regionales en un mundo heterogéneo.
De este modo, puede entenderse la globalización como una dependencia comercial entre países. Los cuales se encuentran en una estrecha relación por la conveniencia de la integración de sus economías.
Al mismo tiempo, se debe tener en cuenta que la globalización no sólo abarca lo económico. Sino que también produce una fuerte modificación en todos los aspectos cotidianos de la vida de una nación. Así como sus elementos ambientales, políticos, sociales, etc. Es por ello que la globalización posee una cultura y política global propia.
La cultura
Es la resultante de una conjunción de formas y expresiones características de una determinada sociedad.
En ella se encuentran inmersas las creencias, los códigos, las reglas, los rituales y, las prácticas comunes, predominantes en las personas pertenecientes a una sociedad.
De este modo, la cultura es la forma de expresión que tienen los individuos de sus propias tradiciones.
De esta manera, la cultura abarca los rasgos distintivos, afectivos, espirituales, materiales e intelectuales que identifican y caracterizan a una sociedad.
Y comprende a su vez los modos de vida, sistemas de valores, creencias, derechos y tradiciones de una población específica, en un período determinado.
A través de la cultura, el sujeto toma conciencia de sí mismo y del mundo que lo rodea, permitiendo que el hombre encuentre un modo de expresión para crear obras que trasciendan.
La globalización cultural es, por tanto, una tendencia a la homogeneidad. Un fenómeno por el cual se refleja una normalización de las expresiones culturales de todo el mundo. Estando implícita en ella, la socialización de los valores de la cultura universal.
Teniendo como resultado de la conjunción de distintos elementos propios de diversas culturas, la expansión de modelos culturales correspondientes a las sociedades capitalistas.
Gracias a los mass-media, los países se encuentran cada vez más conectados, desde lo económico, lo tecnológico y lo cultural; asemejándose cada vez más entre sí.
De este modo la brecha que diferencia a las diversas culturas inherente de cada sociedad se hace cada vez más estrecha. No obstante, existe un predominio de las culturas de los países económicamente más poderosos. Como consecuencia, la diversidad cultural es cada vez menor como consecuencia de la globalización cultural.
Al mismo tiempo y como consecuencia de ello, determinados grupos sociales que han quedado excluidos del mundo globalizado, se unifican para reaccionar contra la globalización. Con el fin de hacer resurgir los valores propios inherentes a las culturas locales, con el objetivo de revalorizar lo propio.